Los Servicios Públicos serán negocio privado de pocos.
Se acelerará el proceso por el que los servicios públicos (sanidad, enseñanza, servicios sociales, agua, energía, transporte...) pasen a manos privadas y no puedan ser ni intervenidos ni controlados por el Estado. En España ya sabemos lo que significa privatizar la sanidad y sus nefastas consecuencias para la ciudadanía.
El pez grande se come al chico
El Tratado de Libre Comercio e Inversión (TTIP por
sus siglas en inglés) es una patente de corso para que
grandes empresas y corporaciones multinacionales
aumenten sus beneficios. Y les dará todas las ventajas
para que vendan sus productos y servicios sin
competencia ni norma, lo que hundirá a la mayoría de
pequeñas y medianas empresas.
Todo para las grandes empresas, nada para la ciudadanía.
Una de las ventajas tramposas para las multinacionales es el Mecanismo de Resolución de Disputas InversoresEstado (ISDS por sus siglas en inglés). El ISDS constará de tribunales de tres abogados del sector privado con sus propios intereses ante los que grandes empresas y las corporaciones podrán demandar a los Estados si creen que las decisiones de los gobiernos perjudican sus beneficios hoy o en el futuro.
Campo libre para la especulación
financiera.
Con el TTIP se eliminará cualquier norma,
supervisión o medida de control del sector financiero
(Banca, fondos de inversión y aseguradoras). El
TTIP suprimirá definitivamente el escaso amparo y
las mínimas garantías actuales en las inversiones
de riesgo. ¡Y adiós al ITF (Tasa Tobin) y a la
erradicación de los paraísos fiscales!
Acabar con los recursos naturales y libertad para el fracking
Habrá más obstáculos para proteger el medio ambiente; la lucha contra el cambio climático se dificultará; los recursos naturales serán objeto de un expolio aún mayor con la búsqueda del máximo beneficio privado; y, en Europa, se abrirá la puerta a la fractura hidráulica (fracking), un peligroso modo de extraer petróleo a miles de metros de profundidad, con riesgo de terremotos y contaminación de acuíferos subterráneos, entre otras nefastas consecuencias.
Sin derechos laborales,
sin seguridad en los alimentos y
los datos personales como mercancía
Se rebajarán aún más los salarios y desaparecerán los
derechos laborales, y se suprimirán normas europeas
que garanticen la seguridad de los alimentos que
consumimos. También las normas que nos protegen contra el uso de productos químicos tóxicos en la
agricultura o minería. Y nuestros datos personaleshistoriales
médicos, por ejemplo- se convertirán en
mercancía que se pueda vender y comprar.
Si se firma el TTIP las vidas de la ciudadanía europea se pondrán al servicio
de los intereses y beneficios de las grandes empresas, corporaciones
multinacionales, élites financieras y cúpulas de la clase política. Y los
derechos humanos de la ciudadanía ya no significarán nada. Pero es
posible detener esta barbarie que nos llevaría a la servidumbre, casi a
la esclavitud. Ya lo hicimos en 1998 cuando la movilización ciudadana
mundial impidió que se firmara el Acuerdo Multilateral de Inversiones,
antecedente del TTIP, que también consagraba los muchos derechos
y prebendas de las grandes empresas multinacionales y les suprimía
cualquier obligación. El TTIP aún debe de ser aceptado y ratificado por
el Parlamento Europeo. Forcemos a los eurodiputados a rechazarlo.
Todavía estamos a tiempo.
TE ESPERAMOS
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